Todas las empresas de titularidad privada disponen de un Crédito Anual para la Formación de sus trabajadores (ejecutable hasta 31 de diciembre), que resulta de aplicar a la cuantía ingresada por la empresa en concepto de formación profesional durante el año anterior, el porcentaje de bonificación que anualmente se establezca en los Presupuestos Generales del Estado en función del tamaño de las empresas que pueden hacer efectivo mediante la aplicación de bonificaciones a la Seguridad Social una vez realizada dicha formación.
Lo más importante de este modelo de formación es que las empresas deciden cuáles son las actividades formativas que más se ajustan a sus necesidades, con qué contenido y cuándo las quieren ejecutar, y que es totalmente gratuita para sus trabajadores.